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JOINTZIPA: 12/08/07 - 19/08/07

JOINTZIPA

Este blog es un acopio de relatos delirantes, fruto de un estado de beodez y alucinación.

martes, agosto 14, 2007

LOS MAR-CIANOS DE MI PUEBLO

Bueno señores lectores, desde hoy contamos con los servicios de un nuevo escudero en esta labor, que viene a poner algunas líneas demás en este blog. Se trata de DondeCarrillo, obviamente dejando de lado su nombre real como nos pasa a todos los que en esta noble empresa estamos, ya que no queremos aparecer por San Jorge, botados en un vallado, con la cedula en la jeta y con chulos volando encima.


Sin mas por decir acá esta una mirada a los ochentas que nos lleva a recordar de donde provienen nuestras desgracias y por que en este pueblo perdido en una sabana, somos como somos.


Voy a la casa de mi suegro y como vive lejos tengo que usar el transmilenio zipaquireño “la buseta circular” que pasa por la novena. Cuando va pasando la buseta entre las calles 5ta y 6ta, se ven como se pavonean y saltan los “señorítos” que engalanan las peluquerías zipaquireñas. Me refiero a los homosexuales, locas, maricas y/o "homosedsuales" como dirian algunos en el pueblo.


Estaban dos en la puerta con mano en la cintura sin clientela al parecer y se “sabroseaban” al ver pasar un incauto de la industrial. En ese momento un señor que va detrás mió que iba acompañado de su mujer suelta la frase que en ves de rabia demostraba tristeza.

- Mija, se nos lleno de maricas el pueblito!!



Escuchando esas palabras, empecé a recordar como se dio la emancipación de los gays en Zipaquirá, la cual coincidió con los 80’s, principios de los 90’s época aquella turbulenta para nuestro pobre pueblo, donde los vaseados empezaron a aparecer con plata, los que ya tenían, se llenaban de mas, y los que no la tenían, se partían el lomo trabajando para empresas tan inviables para la época como Peldar o Álcalis de Colombia para terminar esa platica en las manos de meretrices o en los primeros “empresarios de la rumba” que se agolpaban en la novena con 4ta esperando a cuanto pueblerino quisiera gastarse la plata chupando guaro y después jeta.


En esa época, empezó el florecimiento de las peluquerías en la región debido a varios “empresarios” del corte y el rulo que encontraron en Zipaquirá un escampadero. Fue así como apareció un tal Pedro, el cual para no dejar dudas que la peluquería le pertenecía le coloco su nombre no sin antes “engalanar” el nombre con lo que nunca faltara en un nombre de una peluquería en Colombia UN APOSTROFE.


Fue así como la peluquería Pedro’s vio la luz en esta época y empezó a verse visitada por las señoronas del pueblo ávidas de huirle al paso de los años por medio del ultimo grito de la moda para ese tiempo y sus impúberes hijas las secundaban buscando como atrapar a los muchachones de la Salle, por medio de un peinado Alf que las hiciera deseables.


De esta manera, detrás del progreso de unos llegaron los otros y los otros, desde el famoso Anthony compañero de lides del anterior nombrado y muchos mas, empezando a buscar otras labores como la floristería la manera de ganarse un peso.


Como era obvio, algún “empresario de la rumba” de la novena, vio en estos personajes un nuevo nicho de mercado y pensó que era hora que tuvieran su lugar de recreo y esparcimiento. Fue así como la otrora famosa discoteca Seis Estrellas empezó a verse frecuentada por señorones que entonaban canciones ochenteras de ídolos como Miguel Bose o Locomia, tanto que si ud pasaba borracho por esa calle no sabia si era Zipa o Madrid, claro que al ver un carro de pinchos de mala reputación con su respectivo vendedor forrado en laminas de ruana ya volvía a la realidad.


Todo eso fue caldo de cultivo para que aquellos guardados en el closet por décadas pensaran que era hora salir de el, así les mandaran al cabo Reyes por inmorales o los llevaran a retiro donde el padre Umaña. Los que tenían fama de maricas dejaron de ocultarla con novias postizas o señoras las cuales al no encontrar activo el órgano de su marido, regodeaban a cualquiera para que fuera su mozo y les diera 5 minuticos de placer.


Claro que el surgimiento de la “ola Gay” en zipa encontró en los colegios como La Salle su hervidero, como olvidar a Cano, el aquel jovenzuelo con aspecto andrógeno “delicia” aquella que por ejemplo el enigmático profesor Gerardo el bien llamado calvo, prodigaba de caricias metiendo su mano entre la camisa, bueno lo hacia con todos los de primero a decir verdad. Cano visito las aulas de ese “centro de sabiduría”, al cual llegaba varias veces no con libros pero sin con su kit de belleza lo cual lo enmarcaría en su futura profesión que ahora desempeña como Devora.


Y fue tal el reconocimiento que ganaron algunos, que varios años después llegaron a ser hasta alcaldes de pueblos cercanos, y de mas profesiones que me hacen recordar las palabras del ahora periodista Gustavo Álvarez Gardeazabal cuando iba de candidato a la gobernación del valle, que al ser preguntado sobre si su condición de gay le impediría ser gobernador respondió con ironía

- Luego es que voy a gobernar con el culo?


Todo esto se me vino a la memoria en 15 minutos que duro el paseo en la lata de sardinas llamada buseta circular y me llevo a la conclusión que no estoy de acuerdo con el señor de la buseta, en el pueblo siempre han habido gays, siempre los hubo; callados, sumisos, encontrando en la capital donde salir del closet, pero a partir de los ochentas vieron como darse un espacio propio en la Zipaquirá bizarra y ahora en esta época simplemente se ven, se sabe quienes son los viejos, los jóvenes y los que aun lo tienen callado pero todo el mundo sabe que lo son.


Eso pasaba ante nuestra mirada los que fuimos jovenzuelos en los 80’s y 90’s. Todos esos chismes de pueblo, maricas en chancletas, políticos corruptos, pueblerinos venidos a mas con plata mal habida, eso lo vivimos nosotros, jovenzuelos impávidos que compraban sus Verlon para el colegio en la peatonal del centro, que llenaban el álbum de chocolatinas Jet, que no se perdían una minitk de la Nice o su típico enfrentamiento con la Reina de Corazones en el Funzipa. Nosotros que en los ochentas íbamos ya fuera al quijote o cualquier librería a comprar esquelas, credenciales o cualquier baratija para llevarle a una chiquilina si se tenia suerte de la Presentación sino del femenino, enamorábamos a las incautas los sábados ya fuera en el Glotón con ensalada de frutas o en Peperoni, comíamos helados en Conos Mafalda, ahí por la décima o queso de hoja de la plaza, montamos en buses grandes de los verdes de flota la esmeralda que daban la vuelta por el pueblo. Que íbamos los domingos a almorzar ya fuera a las rejas con sus replicas de casas donde tenían las mesas, al restaurante las tablitas o en Arizona donde el profe Osorio deleitaba a los comensales con alguna nota del recién conocido de la época Richard Clayderman.



Eso es lo que ahora vengo a relatarles en este blog, esa zipa de los ochentas y de los noventas la que para algunos de Uds. es desconocida y para otros simplemente una remembranza, todo eso ocurría por allá en esa época perdida en el recuerdo.


Como ha pasado el tiempo!!

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